Como sabes, Telefónica, a través de Movistar, ha comprado los derechos de emisión de la F1 y su exclusividad a partir de este 2016. Así se aseguraban que ninguna otra plataforma pudiese emitir el campeonato en abierto ni de pago en España, lo que les permite monopolizar la audiencia de este deporte. Esto les iba a ayudar a conseguir clientes y obligarlos a contratar ciertos servicios además del bloque de motor para poder ver la Fórmula 1.
Cuando anunciamos la exclusividad en Movistar F1, muchos fueron los comentarios de usuarios indignados que protestaban por el movimiento que había hecho la compañía de telefonía española. Además, no solo te obligan a pagar si quieres ver la F1, sino que además excluyen del derecho a ver la F1 a muchas personas que no pueden contratar el servicio base sobre el que se apoya Movistar TV, la fibra óptica, ya que no está presente en todo el territorio nacional ni mucho menos.
Mensaje en la web oficial donde prometen no interrumpir la emisión.
Algunas fuentes, como TheBestF1, avisaban de que la audiencia no fue para nada buena, a pesar de haber hecho numerosas rebajas de precio y finalmente haberlo establecido en 10€ adicionales por contratar el paquete de canales de motor, es decir, Movistar F1 y Movistar Moto GP. Se estima que solo 39.000 personas vieron la primera carrera en directo y unos 40.000 más en diferido cuando la repitieron al medio día. Eso comparado con miles de espectadores de Antena 3 o los 10 millones en los años que Alonso ganó el mundial es muy poco.
Otros se han quejado también del presentador, con un lenguaje poco adecuado, al menos en el primer GP y con constantes errores que continúan, siendo salvados por Pedro Martínez de la Rosa y por Joan Villadelprat. También había críticas para