Después de varios meses de intensos enfrentamientos entre los cuatro fabricantes de la Fórmula 1, Mercedes, Ferrari, Renault y Honda, finalmente hay acuerdo para la normativa de la próxima temporada 2017. Entre los acuerdos alcanzados la reducción de costes para los clientes, la obligatoriedad de proveer motores a todos los equipos y la desaparición de los tokens.
El Consejo Mundial del Deporte de Motor ha completado este mediodía la votación online que se vieron obligados a abrir después de que en la reunión celebrada el pasado martes ausencias importantes impidiesen tomar una decisión vinculante en el momento. Ha sido la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) la que ha comunicado el acuerdo alcanzado y al que Bernie Ecclestone ya ha dado su aprobación.
No va a haber motores más potentes en la máxima competición de los monoplazas. Por el momento y al menos para 2020, los equipos seguirán con los V6 Turbo de los tres últimos años pero con novedades. Uno de los problemas con el que los fabricantes se encontraban hasta ahora, era la imposibilidad de desarrollar las unidades de potencia más allá de los pocos comodines que la FIA les ofrece cada temporada.
Mercedes comenzó a trabajar en el proyecto de 2014 mucho antes que el resto de los constructores. Los de Brackley se pusieron al frente desde un inicio no sólo con un monoplaza muy trabajo sino con un propulsor mucho más potente que el de los demás. Desde entonces, Ferrari ha tratado de acercarse pero no ha conseguido ponerse a su nivel.
A partir de la próxima temporada los motoristas podrán trabajar en sus unidades de potencia a lo largo del año sin restricciones. Una medida que seguro ayuda a Honda que desde su llegada ha tenido grandes problemas para ponerse al nivel de