Si nos atenemos a la lógica no es difícil deducir que el uso de bacas de techo ha de tener un importante impacto en el consumo de combustible de nuestros vehículos, pero por si todavía había dudas, un estudio reciente de Berkeley Lab confirma precisamente que llevar el techo de nuestro coche cargado de bártulos (o con la baca vacía) puede aumentar su consumo hasta un 25%.
Durante el año 2015 en Estados Unidos, y según el mismo estudio, el parque de automóviles -sin contar camiones y vehículos pesados- consumió unos 378 millones de litros de combustible extra debido precisamente al uso de portaequipajes de techo, cargados o no. Esto supone que aproximadamente un 0,8% del consumo total de los automóviles del país corresponde a esa pifia aerodinámica que supone llevar cosas en el techo.
La respuesta científica a este considerable aumento del consumo de combustible de los vehículos es precisamente el incremento de la resistencia aerodinámica (drag), lo que provoca que el motor del coche tenga que trabajar más para mover el conjunto y por tanto consuma más combustible. Esto es especialmente acusado para bacas con listones cruzados, que son las que más resistencia al aire crean, en oposición a los raíles de techo típicos de muchos modelos de serie.
También existen grandes diferencias entre los vehículos que circulan con la baca cargada y los que no, o los que lo hacen en autovías y vías rápidas y los que no. En cualquier caso, el estudio concluye que las bacas descargadas y su uso en autovía es lo que marca la diferencia, ya que las distancias recorridas son entre cuatro y ocho veces superiores a cuando se circula con la baca cargada. «Estos resultados sugieren que las medidas para el ahorro de combustible deberían centrarse en reducir el