Del Mazda CX-4 llevamos hablando ya tiempo. Tras varios teasers la marca nipona lo acaba de presentar en el Salón de Pekín. Como ya podíamos intuir, se trata de un SUV con carrocería coupé que de momento solo estará disponible en China. Este modelo es más grande de lo que se esperaba y alcanza los 4,63 metros de largo, 1,84 metros de ancho y una altura de solamente 1,53 metros.
La distancia entre ejes de 2,7 metros (igual que la del Mazda CX-5) asegura un buen espacio interior y la altura libre al suelo de 20 centímetros permitirá hacer salidas fuera del asfalto. La caída del techo prominente y el lenguaje de diseño KODO serán sus principales bazas para quitarle clientes a otros modelos del segmento como el BMW X6 o el Mercedes GLE Coupé.
El exterior es muy dinámico y en su parte frontal predomina la gran parrilla trapezoidal que tiene a los lados los faros delanteros con tecnología LED. En la vista lateral destacan las llantas de 19 pulgadas (de 17 pulgadas de serie) y la caída del techo que se extiende hasta un pequeño spoiler. En la zaga hay unos pilotos traseros nuevos y los faros antiniebla situados en la parte baja, justo por encima de la doble salida de escape.
El interior del Mazda CX-4 es más convencional, ya que adopta elementos de sus hermanos de gama. En el salpicadero sobresale una pantalla de 7 pulgadas que se controla desde un mando situado en la consola central. Bajo la pantalla están los mandos del climatizador bizona y tras el volante encontramos unos relojes de la instrumentación del mismo estilo que en otros modelos de la marca.
En cuanto a la gama de motores, en China se comercializará con dos mecánicas de gasolina de cuatro cilindros Skyactiv-G. El primero será uno de 2.0 litros que desarrollará