Tesla acaba de presentar en sociedad su nuevo Model 3. Es el mayor bombazo del fabricante californiano de coches eléctricos, una revolución que podría poner un coche eléctrico en el garaje de cientos de miles de personas. El coche que Tesla estaba esperando lanzar desde que la empresa fue fundada es una berlina eléctrica elegante y tecnológica, de la que mi compañero David ya nos ha hablado a fondo. Yo vengo a hablar de su diseño, concretamente de su completa ausencia de una calandra frontal. ¿Debería preocuparnos?
¿Por qué no tiene parrilla frontal el Tesla Model 3 2017?
Los Tesla Model S y Model X tenían pequeñas calandras, con un función únicamente estética.
Los coches convencionales funcionan usando una mezcla de aire y combustible, a presión en el interior de sus motores de combustión interna. Necesitan obtener aire de la atmósfera, necesariamente. Además, un motor de combustión interna tiene claras necesidades de refrigeración, solucionadas en forma de un radiador, en contacto directo con el flujo frontal de aire. La función de las parrillas es proteger al radiador de objetos externos, simple y llanamente. Son tan antiguas como el propio automóvil, y ya las damos por hechas.
* La imagen ilustra la pequeña parrilla de un Model X.
En un coche eléctrico, el motor no necesita oxígeno para iniciar la combustión, porque no existe combustión alguna. El motor eléctrico sigue necesitando refrigeración, pero en menor medida que un motor convencional. El “problema” es que nos hemos acostumbrado a que todo coche debe tener una calandra. Los fabricantes lo saben y construyen su lenguaje estilístico en torno a ellas, sin ir más lejos, pensad en el caso de Audi y su single-frame grille. Estética y función, de la mano. Dos funciones que no cumple en un coche eléctrico.
En un futuro, los coches podrían prescindir