Nunca olvidaré una curiosa anécdota que tuve con el Tesla Model S la primera vez que lo probé. Busqué un lugar tranquilo para hacer unas fotos interiores, preparé la cámara, empecé a abrir puertas, y en un momento dado decidí abrir sus maleteros para comprobar si el espacio de carga era tan bueno como decían. He probado cientos de coches, y aunque cada marca tiene sus costumbres, a la hora de colocar el botón de apertura del maletero, generalmente no es complicado encontrarlo. Pero tras pelearme unos minutos buscando el botón o el tirador para abrir el maletero frontal, y el trasero, no lo encontraba. Y fue entonces cuando me di cuenta de que esa acción era más intuitiva de lo que imaginaba, pero desconcertante para nuestros hábitos.
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Resulta que abrir el maletero era tan sencillo como hacer clic en el capó frontal, o el trasero, del Tesla Model S que aparecía dibujado en su inmensa pantalla vertical. Tesla ha declarado la guerra a los botones. Tesla quiere que todo se maneje desde una pantalla táctil.
Yo sigo teniendo mis dudas acerca de que esta sea la solución óptima y adecuada. Pero en Tesla Motors parecen estar convencidos de que el botón tiene que morir, y en efecto quieren matarlo. Para muestra el interior del nuevo Tesla Model 3.
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Tesla ha simplificado el salpicadero alcanzando un nuevo grado de minimalismo, sin botones, sin instrumentación, todo ello queda centralizado en un inmenso tablet horizontal.
Si el interior del Tesla Model S ya nos parecía transgresor, con el Tesla Model 3 han dado un nuevo paso adelante para sorprendernos. Estamos acostumbrados a ver pantallas cada vez más grandes en los coches modernos, pero aún