El motor V8 de 6.75 litros de Bentley es actualmente uno de los motores de mayor cubicaje del mercado y también uno de los más longevos. Este “6 3/4 Litre” se remonta a 1959, hace nada menos que 57 años, cuando fue empleado en un vehículo Bentley por primera vez. Desde entonces, su uso en modelos de Bentley y Rolls-Royce ha sido muy popular, y pese a los diversos cambios que ha ido sufriendo con los años, hoy en día ese motor se sigue fabricando y comercializando.
En declaraciones a Car & Driver, el CEO de Bentley Wolfgang Dürheimer ha dicho que el motor 6.75 V8 de la marca británica morirá junto con el actual Bentley Mulsanne. La próxima generación del Mulsanne, la berlina más lujosa de Bentley, aún no tiene fecha de llegada pero sabemos que descartará esta probada mecánica en favor de un nuevo motor V12. El V8 ya ha alcanzado el límite en cuanto a evolución y no nos pilla por sorpresa porque la propia marca venía avisándonos.
Aunque BMW desarrolló nuevos motores, como el 4.4 V8 para Rolls-Royce y Bentley, cuando la segunda marca cayó en manos del Grupo Volkswagen, quedándose BMW con Rolls-Royce, el motor 6.75 V8 volvió a ser uno de los protagonistas en la lujosa firma Bentley.
Pese a que este V8 se remonte al año 1959, lo cierto es que con el paso del tiempo las evoluciones han sido tales que el actual 6.75 V8 poco o nada tiene que ver con el V8 primigenio, siendo el bloque de aluminio lo que menos ha evolucionado. Ahora este motor cuenta con avanzadas tecnologías como la desconexión selectiva de cilindros, la doble turboalimentación o la distribución variable para lograr cifras de 530 CV de potencia y unos impresionantes 1.100 Nm de par motor a solo 1.750 revoluciones