A día de hoy estamos habituados a que los coches incorporen todo tipo de sistemas, pero hasta ahora no conocíamos coches protegidos ante ataques biológicos, que es precisamente lo que afirma Tesla sobre su todocamino, el Model X. Eso sí, dejando a un lado el marketing, la realidad es que lo que hace el coche, básicamente, es ahorrarte mucha de la contaminación exterior.
Vende más decir que tu coche tiene «modo defensa ante un arma biológica» y aún más en inglés (Bioweapon Defense Mode), pero lo cierto es que la polución es el principal problema al que se dirige este sistema, extendida a nivel mundial y, según la Organización Mundial de la Salud, responsable de que anualmente pierdan la vida hasta tres millones de personas en todo el planeta.
El sistema HEPA de purificación de aire, inspirado en el de hospitales y similares, es capaz de «capturar» las bacterias, polen, esporas de moho y partículas contaminantes del aire exterior antes de introducirlo en el habitáculo y, además, filtra constantemente el aire interior para limpiarlo de cualquier partícula restante. Según Tesla, el sistema de filtrado es cientos de veces más eficaz que los filtros clásicos utilizados en la automoción.
Recientemente el fabricante ha puesto a prueba su sistema en carreteras de California y China (uno de los países más afectados por la polución, junto a India, por ejemplo), para comprobar el funcionamiento del sistema. Además, Tesla ha metido su Model X (el Model S también lo puede equipar y el Model 3 lo llevará) en una burbuja de plástico con niveles de contaminación (PM2.5) 83 veces superiores a lo que la EPA considera el límite para un aire «de calidad» y ha probado el modo Bioweapon Defense.
El resultado es que, en menos de dos minutos, el nivel de contaminación en