El Ferrari 458 Italia ya no se fabrica, y ha sido reemplazado por el espectacular Ferrari 488 GTB. El cavallino “generalista” de Ferrari destacaba por un motor 4.5 V8, un puntiagudo atmosférico capaz de desarrollar 570 CV de potencia. Incluso llegó a desarrollar 605 CV en su versión Speciale. Lo que quizá no sabías es que ha sido uno de los pocos coches en equipar una aerodinámica fija de funcionamiento activo. Dejadme que os explique esta interesante curiosidad técnica.
A veces, las soluciones más simples son las más efectivas. Si funciona, ¿cuál es el problema?
¿Véis estos dos pequeños flaps situados en la calandra del Ferrari 458 Italia? Podría incluso pensarse que su función es decorativa, pero nada estaría más lejos de la realidad. Ahora bien, si nadie os cuenta esta historia, es difícil de saber a simple vista. Estos pequeños flaps están construidos en un material gomoso, que se deforma a medida que aumenta la velocidad. Lo que consigue es reducir la carga aerodinámica a alta velocidad, permitiendo un mejor coeficiente aerodinámico y una velocidad punta más alta.
Una solución muy elegante y mucho más asequible que un flap móvil – como muchos otros coches equipan – que varía su ángulo en función de la velocidad. El Bugatti Chiron – y también su predecesor el Veyron – ha equipado una solución similar, que requiere el uso de una llave especial con la que varía el ángulo de su spoiler hidráulico. Ferrari simplemente instaló una pieza de goma deformable. A veces las soluciones simples son las más efectivas. Dicen los americanos, “si funciona, no es una estupidez”. Amén.
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