Se llama Peking to Paris Motor Challenge y es tal vez uno de los rally más duros e increíbles del mundo. Arranca en la gran muralla china y acaba en París 36 días después. Esto no sería más que una aventura sobre ruedas si no fuese porque los 107 coches que participan en esta prueba tienen una peculiaridad, son todos clásicos.
Cuando decimos clásicos, no nos referimos a modelos de hace un par de décadas, sino mucho más antiguos, ya que hay dos categorías: una para coches anteriores a 1941 y otra para coches anteriores a 1975. Salieron de Pekín el pasado 12 de junio y así están viviendo esos valientes la aventura que les lleva por China, Mongolia, Rusia, Bielorusia, Polonia, Hungría, Suiza, Italia y Francia. Apasionante.
36 días de etapas que van de los 180 kilómetros de la más corta a los 668 kilómetros de la más larga con solo cuatro etapas de descanso. La lista de inscritos es un auténtico espectáculo, ya que nos encontramos con coches como un American La France de 1915 pilotado por los norteamericanos Steve Trafton y Katherine Trafton hasta coches como Porsche 356C de 1964 o Alfa Romeo Giulia SuperBerlina.
Todos los participantes tienen que llevar en su propio coche las tiendas de campaña, sacos de dormir, víveres y piezas de recambio para posibles reparaciones en ruta. Pero si hay algo que define las normas de esta aventura, es que los coches tienen que ser curiosos, auténticos y tener pocas modificaciones respecto a cómo eran en origen.
Así por ejemplo las furgonetas o pick-up están prohibidas, y tampoco se permite que los coches lleven elementos modernos que no sean acordes con la época de fabricación del mismo, como baterías de luces LED o portabultos rígidos sobre el techo. Ahora mismo están atravesando Rusia,