El Ford GT ha vuelto a triunfar en las 24 Horas de Le Mans (ver crónica de las 24 Horas de Le Mans 2016) 50 años después de aquella épica victoria, marcándose un 1-2-3, en las 24 Horas de Le Mans de 1966. El guión de la carrera de este fin de semana fue casi perfecto para Ford. El Ford GT ganó con autoridad, pero con la oposición sólida de los Ferrari. Tal y como sucediera a mediados de los sesenta, con un proyecto, el del Ford GT40, que estaba llamado precisamente a desbancar a los Ferrari. Pero la pregunta que hoy nos hacemos es la siguiente: ¿es el Ford GT el heredero de aquellos maravillosos Sport Prototipo de calle de antaño?
Aquellos maravillosos sport prototipo de calle: Porsche 911 GT1 y Mercedes CLK GTR
Es difícil reconocer si un deportivo ha nacido para la competición, o para la calle. Lo normal es que un deportivo nazca para ambos cometidos. Es decir, un deportivo nace con una vocación comercial, la de vender muchos coches con licencia de calle. Pero a su vez debería gozar de una predisposición para estar presente en la competición. La competición es vital para un deportivo, para ganar imagen, o incluso para desarrollar mejoras que en última instancia aterricen en el modelo de calle.
No son pocos los que estos días han querido marcar una distinción entre el Ford GT y sus competidores, en su misma categoría, como los Ferrari 488 GTE, los Aston Martin Vantage V8, los Corvette C7.R o los exitosos Porsche 911 RSR, que afrontan un fin de ciclo, preparándose para una nueva generación. A diferencia de sus rivales, en los que sería difícil reconocer si han nacido como deportivos de calle, o como deportivos de carreras, todos tenemos muy claro que el Ford GT