Aunque últimamente están envueltos en problemas legales y negocios un tanto oscuros, Hennessey Performance Engineering sigue disfrutando de una reputación muy sólida en el mundo del tuning estadounidense. Y la razón no es otra que el hecho de que producen coches muy rápidos, y los venden especialmente bien. Los Hennessey Venom son un éxito de relaciones públicas y sus Mustang HPE800 basados en los Shelby Mustang GT350 también son reyes del candelero. Pero ha sido con los Ford Mustang GT con los que Hennessey ha decidido celebrar el 25 aniversario de su fundación.
Hennessey comenzó preparando los Dodge Viper, y se hizo famoso por sus kits de sobrealimentación biturbo para las víboras.
Este Mustang HPE800 comenzó su vida como un “simple” Ford Mustang GT, equipado con un motor 5.0 V8 Coyote. Un puntiagudo atmosférico con nada menos que 435 CV bajo el capó. Su sonido es maravilloso y sus prestaciones impresionantes, pero a Hennessey nos les han parecido suficientes. Así que han decidido prácticamente doblar su potencia de serie, y aumentar sus prestaciones hasta límites insospechados. Todo ha comenzado con la instalación bajo su capó de un enorme compresor volumétrico de 2,9 litros.
Además, han añadido a este Ford Mustang un kit de admisión en fibra de carbono, un sistema de escape de altas prestaciones completo – desde los colectores hasta los silenciosos – y unos inyectores de alto flujo. El equipo de frenado es cortesía de Brembo, ya que hace falta mucha potencia de frenado para parar este misil de 815 CV de potencia. Una cifra que impresiona aún más cuando va acompañada de 878 Nm de par motor. Sólo 50 unidades de este Ford Mustang tan especial serán producidas, a un precio final de 99.500 dólares.
Es mucho dinero, sí, pero a cambio, acelera hasta los 96 km/h en 3,1 segundos