Los vehículos eléctricos abren un mundo de oportunidades que muchas veces no nos paramos a evaluar en su justa medida. Los amantes de la gasolina solemos desterrarlos a la primera de cambio porque el sonido de un buen motor de explosión nos acelera el pulso, pero no debemos perderlos de vista porque pueden ser el futuro.
Y no lo digo por la ausencia de contaminación, que también al menos en su ciclo de vida práctica (habría que calcular las emisiones desde el inicio de su creación hasta el final de su vida útil y reciclaje), también por la ausencia de ruido. Un caso claro es el off-road, con coches eléctricos (y motos) que no emiten sustancias nocivas a la atmósfera y no estropean el entorno acústico quitamos de un plumazo dos argumentos de peso para su prohibición.
Pero ¿has pensado en las pistas de karts? Ahora mismo no es fácil ubicar una en cualquier sitio por la huella acústica y las emisiones. Es más, las pistas cubiertas necesitan potentes y costosos sistemas de extracción de humos… ¿Y si los karts fuesen eléctricos?
Personalmente el paso de los motores de dos tiempos a los de cuatro en los karts de alquiler me desencantó una barbaridad y casi hasta prefiero un motor eléctrico que suene a aspiradora vitaminada que los cortacésped de cuatro tiempos. Pero la ventaja no es ésa, la ventaja es que sería mucho más fácil ubicar pistas de karting en muchos lugares donde ahora no es posible o resulta muy costoso.
Aunque este kart que ha presentado Bosch no es precisamente de alquiler, se trata de un prototipo desarrollado junto a la FIA, la German Motorsport Association y Match 1 Kart que parece tener la competición en su punto de mira. Tiene la friolera de 300 Nm, una potencia de 27 Kw,