El pasado mes de abril se destapaba un escándalo del mundo del automóvil que afectaba principalmente a Japón. Mitsubishi había estado mintiendo sobre el consumo de algunos de sus vehículos desde el año 2006 hasta este 2016. Finalmente son 20 los modelos japoneses afectados, en los que la marca había homologado consumos calculados teóricamente y no con las pruebas de campo necesarias. Esto conllevaba que las cifras fueran bastante más bajas que las reales.
A raíz de los falsos consumos, la marca de los tres rombos ha anunciado que destinará 50.000 millones de yenes (unos 425 millones de euros) como compensación para los propietarios de los vehículos afectados. No es una cantidad tan alta como la destinada por Volkswagen tras el Dieselgate, pero Mitsubishi es un fabricante más pequeño. Recordar que debido al escándalo y al hundimiento en bolsa de la marca, Nissan aprovechó para convertirse en accionista mayoritario, tras hacerse con el 34% de sus acciones.
Mitsubishi eK Custom, uno de los modelos afectados por el escándalo
Cada usuario afectado recibirá una cantidad de 100.000 yenes (unos 850 euros), aunque por separado les pagará la diferencia en costes de gasolina e impuestos. Por otro lado se abonarán 30.000 yenes (unos 255 euros) a los propietarios de los cinco modelos en los que también se habían manipulado el kilometraje. Mientras han quedado claras las compensaciones a usuarios, Mitsubishi sigue estudiando lo que se pagará a proveedores y otros afectados.
Recordar que los modelos afectados son principalmente ‘kei cars’ que solamente se venden en el mercado nipón. Se han visto afectadas unas 625.000 unidades y la marca ya ha anunciado que dejará de vender y producir estos coches. Fuera de Japón no hay porque preocuparse, ya que no hay indicios de que haya ningún otro modelo afectado en el resto de mercados a nivel mundial.
Fuente – Automotive