Parece que pensamos que un deportivo se quema a partir de los 150.000 kilómetros. Pero no deberíamos asustarnos de un coche con multitud de kilómetros si ha sido bien mantenido y tratado. Hace tiempo ya os hemos hablado de varios vehículos que habían dejado el millón de kilómetros muy atrás, así como un Toyota Supra con motor atmosférico y más de 800.000 kilómetros en su odómetro. El protagonista del día es un Chevrolet Corvette C5 del año 2000, equipado con un motor 5.7 V8 LS1 y nada menos que 1.142.589 kilómetros.
¿Alguien dijo obsolescencia programada? Aquí tenéis el historial completo de mantenimiento de este Corvette C5.
Mark es el dueño de este Corvette C5. Vive en Jacksonville, Florida (EE.UU.). Es un lugar húmedo y caluroso, y si bien no es una zona en la que los coches se oxiden, el calor y la humedad no son los mejores amigos de una conservación mecánica ideal. Es el quinto Corvette de Mark, un auténtico aficionado a la marca. Por trabajo viaja con mucha frecuencia al estado de Georgia, recorriendo una media anual de cerca de 80.000 kilómetros. ¿Por qué no usa un vehículo diésel o un coche más eficiente? Porque le gustan los Corvettes.
Sea como fuere, es increíble que haya podido recorrer 1,15 millones de kilómetros con el motor V8 original. Los small-block de General Motors son motores fiables, y relativamente poco apretados. El LS1 del Corvette desarrolla 355 CV, y es conocido por una buena solidez mecánica, muy lejos de los males endémicos y problemas eléctricos del LT1 al que reemplazó a mediados de los 90. Si bien el motor es original, probablemente consuma aceite y haya necesitado cambios periódicos de componentes como alternadores, o alguna que otra junta.
La transmisión no ha aguantado lo mismo, y fue reemplazada hace unos años. Su