El pasado día 5 de junio un usuario de Tesla Model X tuvo un accidente con su vehículo contra un edificio y utilizó un foro de Internet para afirmar que su nuevo Model X se había descontrolado. Afortunadamente no hubo heridos graves, más allá de la mujer del conductor, que sufrió algunas quemaduras en los brazos debido a la explosión del airbag.
En dicho foro el dueño del Model X, que puso una denuncia en la policía y también se puso en contacto con la NHTSA (National Highway Traffic Safety Association) y Tesla, sentenció lo siguiente: «Nuestro Tesla Model X de cinco días de antigüedad se paró de repente al entrar a un parking y repentinamente aceleró a gran velocidad por sí mismo, subiéndose por un macetas y acabando contra un edificio. Esto es un problema grave y Tesla debería detener las entregas e investigar la causa de este serio accidente».
Lo que este hombre no sabía antes de echar la culpa de su accidente a la compañía californiana es que, hoy día, nuestro coche es un pequeño Gran Hermano y prácticamente todo lo que hacemos queda registrado en el ordenador. Así pues, aunque el hombre aseguraba que la causa fue por «un problema de software o un defecto informático», Tesla le ha puesto la verdad delante.
«Hemos analizado los registros del vehículo, que confirman que el Model X estaba operando con normalidad en modo manual y no estuvo en Autopilot ni con el control de crucero en el momento del accidente ni minutos antes. Los datos muestran que el vehículo viajaba a 6 millas por hora (10 km/h) cuando abruptamente el pedal del acelerador se accionó al 100%. El coche, haciendo caso a las órdenes, ofreció todo el par y aceleró consecuentemente. Estamos contentos de que el conductor está bien