Puede gustarte o puedes odiarlo. Lo que está muy claro es que la nueva estrategia a seguir por Citroën, y más concretamente la avanzada con el Citroën C4 Cactus, tiene mucho sentido en un mercado de coches clónicos, grandes grupos automovilísticos, plataformas compartidas, y enfoques que, lejos de complementarse, se solapan. Y es por eso que la estrategia seguida por Citroën, la de diferenciarse de sus rivales, y de su hermana Peugeot, con productos diferentes, tiene tanto sentido. Y a juzgar por estas primeras imágenes del Citroën C3 esa será la línea a seguir por los nuevos productos de los chevrones. La nueva generación del Citroën C3 es un Citroën C4 Cactus en miniatura.
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Lo es a nivel estético. Por haber recurrido a un diseño muy parecido en aspectos clave, como su parrilla frontal, sus formas redondeadas, el diseño de los faros, o incluso su línea de techo muy marcada, y diferenciada en un segundo tono, a modo de visera, con un pilar delantero en negro para camuflarse en la línea acristalada lateral.
Eso no es todo. Citroën parece haberle cogido el gustillo a los Airbumps, esa suerte de cámaras de aire para proteger la carrocería del impacto de puertas o carritos de la compra. Tanto es así que este Citroën C3 también contará con esa suerte de protecciones, aunque en una posición más discreta, en la zona baja de las puertas.
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En estas imágenes, filtradas antes de tiempo por la web francesa Cocoriauto, también nos cuentan que habría crecido 5 centímetros, hasta los 3,99 metros de longitud. Pensad que solo son 15 centímetros menos que un Citroën C4 Cactus.
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