No es un clásico, de hecho hasta el anuncio del revolucionario AM-RB 001, el Aston Martin Vulcan era el coche más avanzado que se producía en la fábrica de Gaydon, pero ya empieza a ser presa de la especulación más que un objeto de deseo para los aficionados al motor.
Los números del Vulcan son impresionantes por derecho propio gracias a su motor atmosférico 7.0 litros V12 capaz de expulsar 810 CV a través sólo de las ruedas traseras. La unidad de color púrpura que veis en la imagen es la número 11 de las 24 que se producirán, lo que hará que con tantos compradores interesados como hay en algo tan exclusivo se acabe pagando casi el mismo precio que cuando era nuevo, unos dos millones de euros.
De confirmarse que un año después de la compra se alcanza el mismo precio que se pagó por él nuevo, significa que este tipo de coches se han convertido en un producto financiero más que en un simple coche. Su revalorización casi empieza a contar a partir del momento que sale de fábrica, lo que asegura un largo proceso de especulación durante la vida del vehículo, pero en el lado triste de la balanza nos encontramos con que que cada vez veremos (o precisamente todo lo contrario) cómo más joyas del automovilismo se encierran en vez de disfrutarse.
Claro, que todo depende de la voracidad con la que participen en la subasta Mecum, en Monterey (California) del 18 al 20 de agosto los interesados con una economía, digamos, saneada. Un coche que aunque sólo sea de circuito, al ser de tan corta tirada y exhibir un compendio orgásmico de fibra de carbono, iconel y mucha, mucha tecnología, va a despertar un alto interés entre el público de la subasta.
Con menos de un año en