Y permitidme que lo diga: a los de Zuffenhausen les quedan apenas semanas de liderazgo. Desde hace ya varios meses, Christian von Koenigsegg y su equipo se desplazan ocasionalmente al Nordschleife, con el propósito de hacer sesiones de pruebas con su espectacular One:1. Pero Koenigsegg no está en Alemania por amor al arte. El coche del megawatio de potencia tiene un objetivo claro: hacerse con el récord de vehículos de producción. O al menos intentarlo, y de forma más que seria.
La marca a batir son los 6:57 logrados por un Porsche 918 Spyder con el pack opcional Weissach.
Aprovechando track-days privados y Touristenfahrten, los suecos han ido poco a poco refinando la dinámica de su hiperdeportivo, cuya única modificación de cara al récord será una jaula antivuelco. Esta es una práctica habitual que todos sus competidores han seguido, por seguridad para el piloto en caso de accidente. El Koenigsegg One:1 es un coche con múltiples posibilidades de ajuste aerodinámico, así como de tren de rodaje. El fabricante sueco revelará su configuración tras el intento de récord, en unas semanas.
Los dueños de un One:1 podrán poner a punto sus coches de idéntica manera. Basados en ajustes ya existentes, son realmente necesarios para arañar segundos en uno de los circuitos más exigentes del mundo. De forma contraria a lo que se podría creer, posiblemente la suspensión ha recibido un ajuste más blando, para compensar la gran cantidad de baches e irregularidades del Ring. La aerodinámica juega un papel vital, requiriendo un buen compromiso entre carga aerodinámica y coeficiente de penetración.
Con una relación peso-potencia de 1 kg/CV, el Koenigsegg One:1 es sobre el papel muy superior al Porsche 918 Spyder.
Usará neumáticos de serie, Michelin Pilot Sport Cup 2, creados para un uso exigente en circuito, pero legales en carretera. Aunque el