Es difícil creer que entre un coche y un tequila haya algo en común, pero si el proyecto que han iniciado entre José Cuervo y Ford va adelante, es posible que en un futuro no muy lejano los coches de la marca del óvalo tengan bioplástico sostenible derivado de la fibra de agave, que se utiliza para la fabricación del tequila.
Ambas compañías están realizando pruebas con el bioplástico para su utilización en piezas como los arneses de cableado, unidades de aire acondicionado y espacios de almacenaje. Creen que podrían fabricarse con estos materiales que en las primeras pruebas ya han sorprendido por sus niveles de durabilidad y sus cualidades estéticas.
Al parecer, para que una planta de agave crezca antes de su recolecta para poder usarla para elaborar el tequila, pasan un mínimo de siete años. Una vez recolectada, se tuesta el corazón de la planta antes de triturarlo y extraer sus jugos para destilarlos. Una compañía como José Cuervo, el mayor productor de tequila el mundo, utiliza millones de toneladas de esta planta al año, con lo que podemos hacernos una idea de la cantidad de deshechos que generan.
Parte de estos deshechos ya se están utilizando como abono en sus granjas y otras se ofrecen a los artesanos de México para realizar artesanía y papel, pero hay otra parte muy importante que supone un problema para el medio ambiente. Si tenemos en cuenta que en un coche moderno hay aproximadamente unos 200 kilos de plástico, el uso de un material de este tipo puede ser un avance importante para reducir esas 5.000 toneladas métricas de residuos de biomasa agrícola que Naciones Unidas calcula que se producen al año.
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