El Shelby Cobra es el deportivo americano por excelencia, con permiso de Chevrolet y sus Corvette. El deportivo de Carroll Shelby destacó por su tremendo éxito en competición y por una relación peso-potencia sin igual. No tantos saben que sus entrañas eran un AC Ace, un roadster británico al que Shelby transplantó un motor V8 de origen Ford de 260 pulgadas cúbicas de cilindrada. La primera unidad fue denominada CSX 2000, y en unas semanas será subastada públicamente. Se espera que alcance un valor superior a los 10 millones de dólares.
El primer coche construido por Caroll Shelby. Nació en el lejano año 1962, como un AC Ace fabricado en Reino Unido.
Todo comenzó cuando Carroll Shelby se enteró de que AC Cars había perdido su suministrador de motores, Bristol. Escribió una carta a AC, y a las pocas semanas tenía en camino de Estados Unidos una carrocería sin motor de un AC Ace. Sobre ella transplantó el entonces novedoso Fairlane V8 de 260 pulgadas cúbicas – 4,2 litros para los que usamos el sistema métrico . No estaba satisfecho con sus apenas 164 CV de potencia, por lo que mediante carburadores de mayor tamaño y una puesta a punto agresiva, lo llevó a los 260 CV.
A tener en cuenta era un detalle: el propulsor era tan novedoso que apenas había piezas de aftermarket. Toda la potenciación fue desarrollada por Carroll Shelby en California, de forma autónoma. Estéticamente apenas alteró el coche, con la excepción de unos emblemas personalizados que reemplazaban los emblemas de AC Cars. Gracias a un peso de sólamente una tonelada y una caja de cambios Borg-Warner de cuatro relaciones, el Shelby Cobra era un coche tremendamente rápido, capaz de dejar a los Corvette de la época en el retrovisor.
El coche pasó por decenas de salones del automóvil