Entendemos que si estás leyendo Diariomotor, tienes un mínimo respeto por tu coche y su mecánica, y sabes cómo cuidarlo adecuadamente. Ya te hemos contado cómo cuidar un motor turbo, las averías que puedes provocar por pasar demasiado rápido los resaltos, o los comportamientos en los que no debes caer para alargar la vida de los neumáticos. Pero si lo que realmente quieres es vaciar tu cartera y que tu motor turbo dure lo mismo que dos telediarios, sólo tienes que seguir a pies juntillas estas instrucciones. PD: No lo hagas.
1) Ponte en marcha nada más arrancar el motor, incluso en frío
Hace mucho frío y tu coche ha dormido en la calle, pero no te preocupes, su motor entiende que vas con prisas. Nada más arrancarlo dale un par de acelerones para que coja temperatura y comienza a rodar. Total, “los motores modernos ya no necesitan calentarse para funcionar bien”. No te preocupes, la falta de lubricación en el interior del motor – construido con tolerancias micrométricas – no causará problemas en tu coche. “Eso les pasa a los que compran coches coreanos o italianos”, como dice tu cuñado.
2) Estira los plazos de mantenimiento recomendados
El aceite de la marca más barata del Carrefour es tan bueno como el que indica el manual de tu coche.
¿Cambiar el aceite cada 15.000 kilómetros? ¿Estamos locos? Confirmamos la teoría de tu compañero de trabajo, que dice que los aceites modernos se estiran hasta el doble de los kilómetros recomendados por fabricantes. Da igual que ruedes mucho en ciudad o le pises bien, en absoluto van a perder sus propiedades lubricantes. Además, con llevarlo al Norauto ya vale. ¿Para qué vas a pagar lubricantes caros, si los motores modernos – diésel con potencias específicas superiores a los 100 CV por litro – lo aguantan