La Dirección General de Tráfico (DGT) lleva muchos años intentando acabar con la lacra que suponen los accidentes de tráfico. Tras años de bajadas la tendencia se ha revertido, ya que este año se están registrando un mayor número de victimas mortales que las que llevábamos el año pasado por estas fechas. Esta situación puede deberse al agotamiento de las políticas que ha instaurado el órgano dependiente del Ministerio del Interior.
Primero empezamos con el carnet por puntos. Luego, la proliferación de radares (tanto fijos como móviles) como champiñones por nuestras carreteras. Como los radares fijos y móviles no valían, se sacaron de la chistera los radares de tramo, a fin de comprobar que nuestra velocidad en un espacio de carretera es estable, por aquello del frenazo ante el radar. Y por último, a todo esto hay que sumarle Pegasus, el más moderno y mejor juguetito que tiene la Dirección General de Tráfico para hacernos cumplir las normas.
La última propuesta, para evitar siniestros por exceso de velocidad, de la Dirección General de Tráfico es la siguiente: informar en tiempo real a los conductores que superen el límite de velocidad de la vía. Esta acción busca disuadir a los conductores para que no superen la velocidad permitida en la vía. Para ello, el radar leerá las matrículas de los coches y mostrará en los paneles superiores las matrículas de los vehículos infractores, advirtiendo a los conductores que han de disminuir su velocidad por su seguridad y la de todos.
Esta medida se está probando en Sevilla, concretamente en la A-49. El tramo exacto en el que se está aplicando se encuentra entre los puntos kilométricos 4,200 y 2,700 de la A-49. La Dirección General de Tráfico ha anunciado que esta medida aún está en fase piloto, pero aún así, parece que se extenderá por el