En el mundo de los swap no existen límites, la ambición supera con creces la dificultad del proyecto y el resultado siempre, siempre es espectacular. Ya hemos visto como metían un motor Ferrari en un Toyota GT86, o un V12 de un hermano mayor en un M5 de 1993. Pero estas maravillas de la combinación de motor y carrocería distintos siempre estaban lejos, fuera de nuestras fronteras, donde estos sueños son más fáciles de alcanzar. Era difícil ver algo así por aquí, o eso creíamos…
¿Meter un V8 de Corvette en un MX-5? Así nació el “Baby Corvette, 345 CV y 1160 kg.
Todo comienza con una tarde en el Jarama, un amigo pasa una foto de un MX-5 con aspecto salvaje y dice que en las entrañas de ese roadster hay un poderoso V8. Imposible, no le creo, así que a los pocos minutos me llegan más fotos, y una de ellas es efectivamente, un motor de 8 cilindros en su interior. ¿En España hay una máquina así? Esto hay que verlo en persona.
Organizado el encuentro, esperamos bajo un sol de justicia a que llegue el misterioso Miata V8. De pronto, escoltado por unMitsubishi Evo VIII rojo, aparece con un sonido inconfundible nuestro protagonista. Es real, está aquí, y es más impresionante aún en vivo.
Borja nos saluda, su orgulloso creador, especialista en todo lo que tenga que ver con darle más potencia a un motor, o coger el de otro y ponérselo al tuyo, como en el caso del pequeño biplaza japonés.
Por la carretera mirar por el retrovisor es ver un coche que sabes que en cualquier momento puede pasarte sin que tengas tiempo de bajar marcha para acelerar e intentar cogerle, es imponente. Puede parecer una locura este coche, y lo es, por eso nos encanta aún más. La historia