Estaremos todos de acuerdo en que los coches están para usarlos, pero si jugamos a lo típico de acertar cosas que no debemos hacer con un superdeportivo podríamos estar todo el día. Aunque posiblemente nos dejásemos la pifia que ha hecho el dueño de este Lamborghini Murcielago.
Hay especialistas como Tax The Rich que se dedican a usar un Rolls-Royce como segadora, usar un Ferrari F50 como remolcador o sacar un Ferrari F40 GT para hacer derrapes en una granja. Pero el tipo del Lambo ha sido mucho más listo cometiendo una irresponsabilidad de libro que por suerte terminó con final feliz. Salvo por el pobre Murcielago.
Según fuentes policiales, los hechos ocurrieron en la tarde del 27 de julio cuando una patrulla de Shirley acudió a un aviso en Lancaster Road. Un Lamborghini Murcielago había volcado tras una reunión familiar, algo relativamente normal, pero la sorpresa fue que junto al conductor de 37 años se encontraron que dos niños viajaban a bordo del biplaza.
El adulto admitió haberse distraído cuando circulaba a alta velocidad, saliéndose de la carretera, volcando y terminando aparcado sobre el techo de su deportivo italiano mientras paseaba. Para colmo, y por si no hubiera sido suficiente, el natural de Swansboro (Carolina del Norte) tenía su permiso de circulación suspendido a causa de infracciones previas.
Ahora tendrá que enfrentarse a los cargos de conducción sin licencia, no respetar las marcas viales y conducir excediendo los límites de velocidad, además de otra delito contra la seguridad de los dos menores.
Afortunadamente nadie necesitó recibir atención médica, pero confío en que alguien le quite de por vida el carnet a este iluminado. Por su bien y por el de sus allegados. Esto de querer ser el tío molón a toda costa puede terminar muy mal, pero confiemos en que haya aprendido