En estos días la DGT (Dirección General de Tráfico) ha llevado a cabo una campaña para concienciar a los conductores sobre el cumplimiento de los límites de velocidad. Con esta campaña, la DGT quiere informar a los conductores de que circular a una velocidad adecuada podría rebajar en una cuarta parte los fallecidos por accidente de tráfico.
Junto a esta campaña, se llevará a cabo también la señalización de los principales puntos negros que existen en la Red de Carreteras del Estado. Los tramos o puntos negros que estén señalizados, tendrán un mayor control, tanto de velocidad como de presencia policial o Guardia Civil. A estos tramos, la DGT los ha nombrado como INVIVE, acrónimo de Intensificación de la Vigilancia de la Velocidad, por lo que pasarán a estar especialmente vigilados.
Según el listado facilitado por la DGT, el mayor número de puntos negros se sitúan en las provincias de Badajoz, Toledo, Soria y Zaragoza. Estos puntos negros suman un total de 8.707 kilómetros de carreteras, repartidas entre vías de titularidad estatal, autonómico y comarcal (excepto autopistas y autovías). Para situarlos en el punto de mira, la DGT ha estudiado el aumento de siniestralidad y mortalidad asociados al exceso de velocidad.
La provincia que peor sale parada es Badajoz con un total de 26 puntos negros. Estos suponen más de 820 kilómetros de las carreteras extremeñas. Toledo cuenta con 16 puntos INVIVE totalizando 232 kilómetros. La tercera en el podio es Soria, con 453,38 kilómetros de vías negras, sumando 15 tramos y Zaragoza cuenta con 389,86 kilómetros, lo que suponen 14 tramos peligrosos.
En el lado opuesto están Almería con 5,25 kilómetros y un sólo punto negro, A Coruña y Ourense con 14,81 y 20,27 kilómetros de vías INVIVE respectivamente. A esta lista hay que añadir la falta de datos provenientes de Cataluña y País