Menos de 1.300 kg. Más de 400 CV. Motor rotativo. Turbo. Estos cuatro ingredientes han sido confirmados por Motoring – un diario automovilístico australiano – como presentes en el futuro coupé deportivo de Mazda. Sabemos que se inspirará en el precioso Mazda RX-Vision Concept presentado el año pasado, y parece que ya tenemos fecha para su llegada. 2020 marcará el regreso del motor rotativo a Mazda. Igual de emocionante y especial que siempre, más fiable, potente y refinado que nunca. ¡Larga vida al motor Wankel!
El Salón de Tokyo del año 2017 vería el primer prototipo del futuro Mazda RX-9.
Está claro que cuatro años son muchos en la industria del automóvil, pero el mero hecho de que una marca como Mazda se atreva a producir de nuevo un deportivo rotativo ya es motivo de alegría en una de las industrias más aversas al riesgo de la economía mundial. Un hurra por Mazda, que no ha renunciado a evolucionar el motor rotativo, un motor cuyo ciclo de combustión no es de sencilla optimización, especialmente en estos tiempos de estrictas normativas medioambientales, hibridación y auge del vehículo eléctrico.
Los motores rotativos tienen un consumo de aceite superior a un motor de pistones. Sabemos que son “exigencias del guión”, propias de su correcto funcionamiento, pero se llevan mal con las normativas medioambientales. Son igualmente motores sedientos de gasolina. Según Motoring, este nuevo rotativo no será una simple unidad turboalimentada de dos rotores. Tendrá 1,6 litros de cilindrada, dos turbocompresores en serie y moverá el tren trasero del coche, pero la normalidad podría terminar ahí.
Se espera que el precio de este buque insignia ronde los 90.000 euros, luchando contra máquinas como el BMW M4.
Si los rumores son ciertos, podría emplear un revolucionario sistema de ignición por compresión de la mezcla de combustible y