Ya sabemos que los británicos de BAC no se andan con tonterías. Su BAC Mono es un pepino de mucho cuidado que tiene que ser una locura total en circuito gracias a sus 280 caballos para 550 kg. Entre otras cosas, estos números se consiguen gracias a una fabricación minimalista y al empleo de materiales exóticos.
Si la fibra de carbono reforzada con plástico o el titanio no te parecen lo suficientemente cool, el grafeno está empezando a extenderse más allá del uso en baterías de mayor capacidad. Los récords de ligereza batidos por el grafeno no han pasado desapercibidos y BAC ha decidido incluirla en sus coches.
Vas a escuchar mucho la palabra grafeno este siglo
Con la ayuda de Haydale Composite Solutions, Briggs Automotive Company (BAC) ha desarrollado las primeras piezas para su pequeño y ligerísimo deportivo. Los arcos de las ruedas traseras del BAC Mono han sido los elegidos para estrenar este ligero material. Tienen un interesante parecido con la fibra de carbono, pero el patrón es ligeramente, aunque la diferencia es casi imperceptible.
Por el momento sólo se ha recurrido a este novedoso material para los arcos de las ruedas traseras, pero todo apunta a que poco a poco se irá extendiendo su uso. Con respecto a las mismas piezas fabricadas en fibra de carbono, el ahorro de peso supone un 20% con una resistencia 200 veces superior al acero. Y ya sabéis lo que pasa. Menos peso y más rigidez dan como resultado un mejor comportamiento. Una ecuación maravillosa.
Sobre la cifra que nadie se ha pronunciado aún es por la del precio. No se sabe cuánto costará una de estas piezas, pero seguro que no es nada barato y supera con creces al precio del mismo componente en fibra de carbono.
Lo que es llamativo es que haya tenido que