Si algo caracteriza al Nissan Micra que está a la venta actualmente, es su etiqueta low-cost. La quinta generación quiere romper con esa impresión, al menos en lo referente a equipamiento, calidad y diseño. Con una carrocería más grande y una gran carga tecnológica en materia de seguridad, el subcompacto de Nissan quiere ser capaz de ver a los ojos al Renault Clio, al Opel Corsa y al Volkswagen Polo.
Basta echar un vistazo a su diseño para entender sus intenciones. Se trata de un producto mucho más maduro, que aprovecha la última corriente de diseño de Nissan para ofrecer un rostro más agresivo. De hecho, si miramos con atención al Maxima americano —el buque insignia de Nissan— encontraremos muchas similitudes, como el diseño de los faros, el gran peso visual de la calandra e incluso la «unión» de la luneta con los cristales traseros a través de los postes C pintados en negro.
Hay 125 opciones de personalización, a partir de 10 colores de carrocería y accesorios exteriores e interiores.
Si lo notas más grande, es porque el Nissan Micra ha crecido en casi todas sus dimensiones. A lo largo mide 3.999 mm y a lo ancho 1.743 mm, es decir, ha ganado 17,4 y 7,7 cm, respectivamente; la batalla también ha crecido, y ahora es 7,5 cm más larga que la generación pasada. A lo alto ha perdido 5,5 cm, lo que beneficia su aerodinámica —de 0,29 Cd— y, según Nissan, no compromete el espacio interior. De hecho, la marca asegura que el Micra Gen5 se coloca entre los modelos más espaciosos del segmento.
El Nissan Micra tiene todo para ser autónomo, excepto la función de conducción autónoma
Uno de los puntos clave de la estrategia de Nissan a nivel global es la conducción autónoma. Previo al lanzamiento de