Año 1935. Pierre-Jules Boulanger inicia uno de los proyectos más prometedores, y a la postre significativos, de la historia del automóvil. El ingeniero y responsable de Citroën se había propuesto emular a Henry Ford, y su Model T, para crear un automóvil pequeño, de dimensiones compactas, práctico y económico. Motorizar, por decirlo de alguna forma, a Francia y a buena parte de Europa. Un proyecto tan ambicioso, y largo, que hasta finales de los años cuarenta no daría como resultado el Citroën 2CV definitivo, el que cumpliera con premisas como transportar un cesto de huevos por un sembrado sin romper ninguno. El Citroën 2CV se erigió, a partir de entonces, como el coche definitivo y polivalente, para la ciudad, para el campo, para el ocio y para el trabajo. De ahí que fuera cuestión de tiempo que entrase en juego una versión con un enfoque aún más profesional, de tipo furgoneta. Ese sería el nacimiento del Citroën 2CV Furgoneta, el mismo que surgió hace 65 años en Francia, y el mismo gracias a el cual se desarrollaría a partir de 1958 la fábrica de Citroën – entonces Citroën Hispania – en la Zona Franca de Vigo.
El Citroën 2CV más caro el mundo: ¿qué tiene de especial este 2CV para haber pagado 172.840€ por él?
El Citroën 2CV de carrocería furgoneta cumple 65 años, algo más de los 58 años que han pasado desde que la fábrica de Vigo abriese sus puertas.
En cierta medida, este modelo fue uno de los testigos mudos del desarrollo de nuestro país, del camino que se transformó en carretera y del éxodo que a mitad de siglo experimentó el medio rural para conquistar las ciudades, especialmente las grandes capitales.
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Convirtió su Citroën 2CV accidentado en una moto para sobrevivir al implacable Sahara
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