Si eres un apasionado de los automóviles deportivos seguro que conoces de sobra cómo nació el primer BMW M3, el M3 e30. La compañía quería entrar de lleno en el Campeonato de Turismos, pero para ello le exigían un modelo de base del que debían vender al menos 5.000 unidades de calle en 12 meses. Entonces crearon el deportivo BMW M3, con el que superaron sobradamente ese margen.
La versión deportiva tuvo una gran acogida y hoy está en el “garaje de los sueños” de muchos de nosotros. Hoy en día se pagan decenas de miles de euros por unidades en un estado medio aceptable. El caso es que el M3 funcionó tan bien a la compañía alemana que decidieron mantenerlo a la venta desde entonces. En este 2016, además de cumplirse 100 años de la creación de la marca, el icónico BMW M3 cumple tres décadas con nosotros. Por ello, BMW ha decidido realizar un recopilatorio de sus proyectos más alocados con las siglas M3.
El primer vehículo raruno que BMW desarrolló fue el e30 pick-up. Tomando como base el M3 e30, cortaron su carrocería y le dieron la forma de una camioneta. Sí, una pick-up deportiva que en aquella época utilizaba el 2,3 litros tetracilíndrico de 200 cv. Sin duda, para la época, un proyecto muy loco y seguramente el más llamativo de los cinco proyectos.
La segunda generación del BMW M3, el M3 e36, llegaba en 1992. Abandonaba el motor de cuatro cilindros y 2 litros para introducir dos cilindros más y un litro más de cubicaje. En resumen, contaba con un 3 litros de seis cilindros que rendía 286 cv en primer lugar y, tras una actualización aumentaba su cilindrada hasta los 3,2 litros y la potencia hasta los 321 cv. La división M de BMW quiso comprobar la