Cuando alguien decide dedicarse de forma activa a la competición lo hace por que lo siente y lo lleva dentro de su corazón. Además si la competición se circunscribe a los automóviles o motocicletas sabe que muchos le tildarán de loco o temerario y otros tantos le estarán recordando todos los días que pone su vida en serio riesgo. Todo esto lo saben y son plenamente conscientes de ello, pero su pasión les gana y no pueden dejar de hacerlo por no asumir ese riesgo.
Eso mismo es lo que Sam Schmidt estuvo haciendo en la Indy Racing League hasta el pasado año 2000. Ese año fue fatídico para él ya que un terrible accidente le dejó postrado en una silla de ruedas. Sin embargo su pasión por correr y la competición ha seguido estando presente hasta nuestros días. Esta pasión y lucha le ha llevado a ser la primera persona en Estados Unidos y en el mundo que podrá conducir con su cabeza.
Para que esta gesta sea posible el estado de Nevada le ha proporcionado una licencia especial de conducir. Esta licencia básicamente le permite a conducir un vehículo semi autónomo gestionado por el movimiento de su cabeza. Gracias a esta licencia Sam Schmidt podrá volver a conducir y competir, aunque sólo podrá hacerlo, por ahora en este estado de los Estados Unidos.
Además para que pueda volver a conducir y competir Sam Schmidt cuenta con un nuevo coche. El ex piloto ha contado con la colaboración de la empresa especialista en componentes electrónicos Arrow Electronics. Gracias a su colaboración han podido adaptar a sus limitaciones un Corvette Stingray que sólo está dirigido por su cabeza. El funcionamiento de este coche es muy peculiar y se gestiona de la siguiente forma.
Para acelerar el vehículo Schmidt tiene que soplar mediante un tubo instalado en su casco. En caso de querer frenar