Smart mostraba el primer prototipo de vehículo en toda su historia en 1995, en el Salón del Automóvil de Frankfurt, que prescindía de las puertas laterales. Este prototipo recibiría pocos meses después el Premio Europeo de Diseño. Finalmente, la marca perteneciente a Daimler lanzaba al mercado en 1998 el Smart Fortwo, derivado estéticamente del primer prototipo aunque con una célula de seguridad muy superior.
Las cartas del Smart Fortwo de primera generación eran un espacio muy contenido (tanto en el exterior como en el interior), una gran agilidad que le permitía “deslizarse como pez en el agua” por la ciudad y un consumo de combustible reducido. Además, en muchos lugares estaba autorizado para aparcar en batería en zonas de estacionamiento en línea, ya que sus compactas dimensiones no sobresalían de la plaza de aparcamiento. La familia creció y unos años más tarde llegaban el Roadster y el Forfour.
Hoy, 18 más tarde, la marca perteneciente a Daimler ya acumula más de 2 millones de unidades comercializadas en el mundo. De hecho, hace escasas horas los directivos de Daimler junto altos cargos de Smart han festejado esta cifra histórica para ambas empresas. “El hecho de que las ventas de Smart en todo el mundo han superado la marca de dos millones muestra el grado en el que deleitó a los clientes en todo el mundo prefieren nuestros vehículos compactos de forma única e increíblemente ágiles a cualquier otro coche para la conducción urbana”, declaraba Annette Winkler, jefa de Smart.
Los modelos de la marca se comercializan actualmente en un total de 46 países de todo el mundo. Los mayores mercados actualmente son Alemania e Italia, pero actualmente donde mayor crecimiento está desarrollando la marca es en China, habiendo multiplicado por tres sus resultados en el pasado mes de agosto en comparación con agosto de 2015.
Por cierto,