100.127 unidades de cuatro modelos diferentes de la compañía japonesa Subaru han sido llamados a revisión en Estados Unidos por la NHTSA. Al parecer estas más de 100.000 unidades sufren un problema con la gestión de la sobrealimentación, que podría derivar en un incendio con los graves riesgos para los ocupantes que ello conlleva.
Los modelos llamados a revisión son los Subaru Legay, Outback, Impreza y también Forester, siendo todos estos vehículos turboalimentados. El fallo no parece provenir del turbo en sí, si no de su gestión. Concretamente un relé defectuoso no hace bien su función, lo que puede conllevar a un sobrecalentamiento. Cuando esto ocurre, la luz de “avería del motor” aparece en el cuadro de instrumentos y, si el conductor no hace caso o no se percata de ello, el sistema comenzará a oler a quemado, apareciendo una llama posteriormente.
No debe ser nada agradable que, de buenas a primeras, se encienda la luz de avería, decidas continuar tu ruta hacia el punto de destino y poco más tarde empezar a oler a “chamuscado” mientras que las llamas comienzan a devorar el vano motor. Según hemos podido saber, este desenlace ya se ha dado en dos vehículos de los más de 100.000 llamados a revisión, habiendo aparecido el mismo problema en otros cinco vehículos pero en los que, por fortuna, no llegó al extremo del incendio.
Los Subaru Legacy y Outback afectados fueron producidos entre 2007 y 2009, los Impreza entre 2008 y 2014, y las unidades del Forester de 2009 a 2013. Es por esto que siempre recomendamos echar un vistazo al cuadro de instrumentos mientras conducimos, y hacer caso a las luces de avería que podamos ver encendidas; por lo que debemos actuar convenientemente llevando nuestro vehículo al taller. Tampoco debemos olvidarnos nunca de los testigos de temperatura del