Hoy en día no resulta sorprendente encontrarnos con enormes SUV, con enormes motores bajo el capó, mucha potencia, y unas prestaciones dignas de un deportivo. Mientras escribo estas líneas, mi compañero David Clavero está probando un Bentley Bentayga con nada más y nada menos que 608 CV de potencia. Pero estaréis conmigo en que un BMW X5, un SUV con 700 CV de potencia sigue siendo algo inédito y sorprendente, y aún más lo era en el año 2000. Y la sorpresa será aún mayor si recordamos que bajo el capó escondía el motor de un campeón de Le Mans. El BMW X5 Le Mans era una bestia con motor V12, 700 CV de potencia, y unas prestaciones de infarto. ¿Lo recuerdas?
Prototipo clásico: BMW X5 Le Mans (2001)
En 1999, BMW rebosaba de felicidad tras haber logrado la victoria en Le Mans con el BMW V12 LMR. Aquel prototipo de carreras se había erigido campeón alcanzando los 342 km/h de punta y con restricciones mecánicas, por cuestiones de homologación, que llevaban a entregar “solo” 580 CV de potencia.
En BMW estaban tan ilusionados con aquella victoria que querían crear un prototipo muy especial instalando ese mismo motor en un coche de calle, sin restricciones, con 700 CV de potencia. El gran problema con el que se encontraron entonces no fue otro que el hecho de que la lista de vehículos en los que potencialmente podían instalar un motor de ese tamaño se redujera a dos, y uno de ellos, el BMW Serie 8, iba a cesar su comercialización. Eso llevó a BMW a aprovechar la base de su nuevo y flamante SUV, el BMW X5.
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BMW X5 M 2015: del campo al circuito, un gran todocamino de 575 CV de potencia
Incluso empleando la base de su producto más