En la mayor parte de Europa el segmento que más crece es el de los crossovers. Vehículos que, pese a contar normalmente con una altura al suelo superior al de los turismos convencionales, no suelen contar con una parte técnica y elementos que les permita desenvolverse con gran soltura fuera del asfalto, y mucho menos fuera de caminos en buen estado. En Rusia, cerca el 40 % de los coches vendidos son crossovers, estando el Lada XRay entre los más vendidos.
Pese a que los índices de ventas del Lada XRay son más que correctos, la compañía ha decidido que era un buen momento para actualizarlo, pese a que solo lleva un año en el mercado, y dotarlo de un mayor equipamiento y una configuración que mejore el comportamiento off-road. Tras estos cambios, y según dicen, ahora es un coche más eficaz en este tipo de situaciones aunque, en realidad, las modificaciones funcionales son un tanto ridículas.
En la versión anterior, el Lada XRay disponía de sistemas electrónicos como el control de tracción y el control de estabilidad. Dos sistemas que, como hemos comentado en muchas ocasiones, pueden librarnos de un accidente, especialmente el control de estabilidad. Ahora, no es que la marca haya configurado su gestión electrónica de una forma que mejore la motricidad fuera del asfalto, como podríamos esperar, sino que el conductor puede desactivarlos para condiciones en las que actúen constantemente y no dejen al vehículo avanzar (como una pendiente resbaladiza). Eso sí, en cuanto el crossover pase de 50 km/h volverá a activarse.
En cuanto al resto de cambios que podemos encontrar en este modelo que se comercializa en el mercado ruso, recibe unas nuevas llantas en acabado bitono de 17” que se incluyen en el paquete Prestige. A este paquete se suman cristales traseros oscurecidos, cámara de visión