Fabricado allá por 1989, el American Dream es una de las obras automovilísticas creadas por Jay Ohrberg más estrafalarias que uno se puede echar a la cara. Pero, precisamente por eso, es una auténtica leyenda sobre ruedas.
Ganador del Récord Guinnness al coche más largo del mundo, la limusina mide 100 pies de longitud (30,48 metros), y además de contar con decenas de plazas en su interior, incluyendo una cama de agua king size, alberga en la parte trasera una piscina con jacuzzi y hasta un helipuerto sobre la zaga.
Cadillac Fleetwood Eldorado Convertible (1976). Foto: Cadillac
La base de tan insólito vehículo es un Cadillac Eldorado de 1976 de color… dorado, precisamente, que se preparó concienzudamente para ser utilizado del modo más espectacular que resultara posible, tal y como refleja esta colección de fotos tomadas durante el laborioso proceso de transformación.
Cuando salió del garaje de Ohrberg, el American Dream pesaba unas 10 toneladas, montaba dos motores V8, incorporaba un total de 26 ruedas y estaba provisto de una articulación central, además de contar con dos puestos de conducción: uno ubicado en la parte delantera y otro situado en la trasera.
La característica que diferencia a esta inmensa limusina de otros largos vehículos de este tipo es que el American Dream concebido por Jay Ohrberg podía conducirse como un vehículo rígido o articulado, dependiendo de las necesidades concretas que se tuvieran. De esta forma se paliaban los evidentes inconvenientes de conducir el coche más largo del mundo.
Una limusina tremendamente exclusiva que acabó comida por el óxido y desguazada por los ladrones
De todas formas, el vehículo nunca recorrió largas distancias mientras estuvo en uso. De hecho, esta gran limusina estaba preparada para ser dividida en dos partes y así ser transportada en sendos remolques hasta el