Se llama Kah Chuan Hoong, es de Singapur, y también es la primera persona en subir al Campo Base del Everest en un superdeportivo, o al menos eso afirma el guía tibetano que lo ha acompañado a los pies de la montaña más alta del planeta. ¿Y con qué coche lo ha hecho? Pues con su Nissan GT-R, modificado ligeramente para afrontar pistas de tierra y terrenos complicados.
Este singapurense ha logrado su meta de alcanzar la base del Everest -el lunes 24 de octubre- después de más de año y medio de planificación, habiendo tenido que llevar su Nissan GT-R «Bestia Negra» a MB Performance, donde como véis en las fotografías se le aumentó la altura libre al suelo y se equipó un paragolpes delantero modificado, diseñado para librar obstáculos en el camino.
Cruzando países como Nepal, China, Tailandia o Malasia, Hoong ha pasado por diversos puertos de montaña de más de 5.000 metros de altura, con lo que eso supone para un motor de combustión como el del GT-R, que a pesar de estar turboalimentado (los atmosféricos se resienten más) también sufre por el poco oxígeno del aire a semejante altitud.
De hecho, el único que ha sufrido ligeramente durante el periplo ha sido nuestro amigo Hoong, quien dice haber tenido algún dolor de cabeza debido a la menor concentración de oxígeno del aire. Y es que el Campo Base Sur del Everest se encuentra a 5.364 metros sobre el nivel del mar, que no está nada mal. Seguro que tras un viaje tan espectacular y exigente como éste, nuestro protagonista ya está pensando en nuevos retos para su particular Godzilla.
Tenéis más detalles sobre el viaje y todas las fotografías en el Facebook de Kah Chuan Hoong.
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