Este post que os traigo hoy quiere hacer visible la situación que podrían estar viviendo miles de niños de ciertos países de los que se extraen materias primas vitales para los coches eléctricos. Aunque parezca mentira todavía hoy en algunos países del mundo los niños son utilizados como mano de obra barata. En ellos no tienen derechos y la situación que viven en sus familias les obliga a trabajar a cambio de arriesgar su vida para causas que ni se imaginan.
Una de estas causas es la de los coches eléctricos. Para ensamblar las baterías que impulsan a estos modelos los fabricantes necesitan cobalto. Este mineral es un componente fundamental de las baterías de ion de litio, que alimentan los vehículos eléctricos, y se utiliza para fabricar los electrodos de este tipo de baterías. Sin embargo extraer este tipo de mineral requiere a veces de un complicado proceso que en muchos casos se realiza a mano por niños.
Según estudios recientes, proporcionados por Amnistía Internacional, más de la mitad del cobalto producido en el mundo entero proviene de las minas que existen en la República Democrática del Congo. Este dato ya es relevante, pero más relevante es que de este elevado porcentaje un 20 por ciento se extrae a mano por niños de entre 7 y 10 años de edad. Esta situación de explotación infantil e insalubridad de las condiciones en las que se extrae este tipo de mineral nos hace pensar que quizá este tipo de movilidad no sea tan ética ni tan limpia.
Las principales marcas que han apostado por los coches eléctricos son General Motors, Renault-Nissan y Tesla. Sin embargo ninguna de ellas ha explicado qué tipo de cobalto utilizan sus baterías ni tampoco si proviene de empresas que utilizan mano de obra infantil para su extracción. Sin embargo los proveedores de estas marcas,