MINI estrena un nuevo espacio en Madrid, un “garaje” que, bautizado como MINI Hub servirá de coworking y sala cultural donde no faltarán las exposiciones, los conciertos o los talleres entre otras muchas actividades. Pero… ¿qué le aporta esto a la marca? ¿Por qué las firmas lanzan espacios como este MINI Hub o como el Mazda Space de Mazda?
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Situado en la calle Palma, en el número 10, en el corazón del madrileño barrio de Malasaña y en el marco del “garaje” de El Paracaidista, una tienda conceptual en la que puedes encontrar desde muebles a libros pasando por ropa, bicicletas o motos, MINI ha dado forma a este espacio en el que sus coches son una excusa que, por supuesto, pretende convertirse en fin.
No, no se venden coches, como tampoco se venden coches en el Mazda Space, en Barcelona, en pleno barrio de El Born y donde es fácil toparte con un Mazda 787b o los últimos modelos conceptuales de la marca, pero sí se vende una filosofía, un estilo de vida, una cultura de marca que refuerza la imagen de la firma y claro, eso ayuda a vender coches.
Este concepto a medio camino del showroom y el espacio creativo, muy alejado del concesionario, se torna en un importante pilar para crear valor alrededor de la marca, introduciéndote en ella sin pensar, a priori, en ser cliente de ella. Una sugerente idea que nos lleva a eso de vender experiencias en lugar de sólo un producto, perfectamente aplicado al mundo del motor.
El MINI Hub abrirá en noviembre y empezará con la visita del fotógrafo australiano Max Pam que preparará una exposición sobre Madrid, con MINI como hilo conductor y le