Con el lanzamiento del nuevo Pulsar, Nissan entra en escena para competir directamente con todos los modelos compactos que ofrece el mercado en estos momentos. Heredero directo del Almera, el nuevo compacto de Nissan es un coche que destaca por habitabilidad, buena calidad de realización y un confort de marcha que no está al alcance de muchos de sus rivales. Nosotros probamos la versión de gasolina de 115 CV, que es muy equilibrada en todos sus apartados.
Exteriormente, su diseño nos recuerda, en parte, al que presentaba el extinto Nissan Almera. Destaca el frontal, que se caracteriza por la llamativa parrilla y por unos parachoques inspirados en los de los nuevos Qashqai y X-Trail. El habitual logotipo de Nissan queda enmarcado en la parrilla en forma de V cuyos brazos se prolongan hacia arriba definiendo las líneas del capó delantero. En la zaga, destacan los generosos pilotos traseros en forma de boomerang.
Sencillez y ergonomía en su interior
El puesto de conducción está bastante logrado, con suficientes reglajes para encontrar la postura ideal. El asiento del conductor permite que podamos ir en una posición baja o elevada, según las preferencias de cada conductor. Además, todos los asientos, que en el caso de nuestra unidad estaban tapizados en tela, resultaban muy confortables y suficientemente ergonómicos. El tapizado, a diferencia de muchos modelos equivalentes de su segmento, era mucho más suave.
Otro de los apartados en los que destaca el Pulsar, es la excelente ubicación y la sencillez de todos los mandos. Su diseño nos hace la vida más cómoda por lo rápido y bien que se manejan. En la parte superior de la consola central, hay una pantalla de 5,8 pulgadas táctil y botones simples. Muchos fabricantes de la competencia deberían tomar buena nota.
La instrumentación también se ha optimizado para facilitar su consulta e incluye