Esta semana probamos el Opel Astra 1.4 Turbo 150 CV AT6, perteneciente a la quinta generación del compacto alemán. Este modelo fue presentado en el Salón de Frankfurt 2015 y supuso un cambio importante respecto a su predecesor. De hecho, cada generación que pasa del Astra parece reinventarse para seguir en buena posición en uno de los mercados disputados. Por todos es sabida la rivalidad en el segmento C y el Astra lleva dando guerra allí un cuarto de siglo.
Fue en 1991 cuando llegaba el Opel Astra F, la primera generación que venía para sustituir al Opel Kadett y que tendría una buena acogida. Tanto ha sido así que 25 años más tarde el Astra K se encuentra a las puertas del podium en ventas de su segmento. En lo que va de 2016 va ligeramente por detrás de SEAT León, Volkswagen Golf y Peugeot 308; pero en la marca alemana son optimistas. No hay que olvidar que el Astra lleva vendidas más de 10 millones de unidades desde su lanzamiento.
Como nota curiosa, el nuevo Opel Astra ha sido recientemente nombrado Coche del Año en Europa 2016. Se llevaba el prestigioso “Car of the Year 2016” por delante de rivales de la talla del Volvo XC90, del Mazda MX-5 o del Audi A4. Lo cierto es que teníamos curiosidad por volver a probar el Astra. Y digo volver, porque ya acudimos a su presentación nacional a principios de año. Aunque en esa ocasión fue un contacto bastante fugaz y ahora podremos analizar a fondo este modelo.
Diseño continuista pero mejorado
La primera vez que fue mostrado el Opel Astra 2016 muchos lo tildaron de continuista. En el apartado estético parecía bastante similar a la anterior generación y por este motivo llegaban algunas quejas. Nosotros queremos romper una lanza a favor del nuevo compacto