Sí, el MINI John Cooper Works, las versión deportiva del MINI, me había dejado en nuestra prueba (ver prueba del MINI John Cooper Works) cierto sabor agridulce. Obviamente es un utilitario excelente, está en el top 3 de los mejores GTI de bolsillo, es rápido, está realmente bien acabado y tiene una imagen fantástica, pero la presencia de cierto subviraje ensombrecía ligeramente su buena dinámica. Ahora me encuentro a los pies de las oficinas de BMW en España, listo para cambiar las llaves del MINI JCW por las de otro MINI, un MINI Cabrio con el que sumaremos un nuevo puñado de centenares de kilómetros. Fuera la capota, ¡nos vamos de roadtrip!
MINI John Cooper Works a prueba: 231 caballos para luchar por el título del mejor utilitario deportivo
Ahí está. En el parking, al lado del JCW, hay un MINI Cabrio azul, con el bonito y llamativo Caribbean Aqua, con una S en la parrilla delantera que delata la mecánica de 192 caballos de esta unidad. Firmo la autorización de rigor y la redondeada llave cae en mis manos.
En su interior me recibe una exquisita tapicería blanca, muy náutica y unas inserciones con un acabado similar a la madera y un bonito tono gris. La combinación de este MINI Cabrio está genial, me encanta y por supuesto no falta el repertorio ya conocido de tecnología (con ese sistema multimedia perfectamente integrado) y de buenos detalles, como el sistema de sonido Harman/Kardon, la iluminación ambiental o todos esos bien rematados botones de la consola central.
Sí, lo primero que hago, tras haber arrancado, es bajar su capota. Esta madrileña mañana de mayo invita a ello y el ronroneo de su doble salida de escape parece más que dispuesto a poner una buena melodía a este martes.
Su azulada carrocería gira más