El Alfa Romeo 4C nos encanta. Es un pequeño deportivo de motor central, un Ferrari en miniatura que Alfa Romeo produce en escasos números, salvaguardando su exclusividad. Monta un propulsor 1.75 de 240 CV, un motor turbo idéntico al que equipa el Alfa Romeo Giulietta Quadrifoglio Verde. Gracias a un peso inferior a los 900 kg, sus prestaciones son alucinantes. El Alfa Romeo 4C que ocupa vuestras pantallas pocos componentes de fábrica le quedan. Tiene 600 CV y parece que está a un enorme alerón pegado.
Pocos componentes similares al coche de serie quedan, algunos paneles de carrocería y poco más.
Es un coche dedicado a los ascensos, en este caso propiedad de Marco Gramenzi, que ya lo ha estrenado en el Trofeo Vallecamonica, en Italia. Para empezar, su batalla es 30 mm superior al coche de serie, y el motor está situado en posición central-longitudinal, en vez de central-transversal. Aunque conserva su monocasco de fibra de carbono, sus subchasis han sido profundamente modificados, y en vez de suspensión convencional, monta un esquema push-rod, pensado únicamente con la competición en mente.
Llantas de 13 pulgadas y slicks componen su tren de rodaje, en el que el propulsor original ha sido profundamente modificado. El cuatro cilindros entrega ahora nada menos que 600 CV de potencia a 8.200 rpm, que pasan al tren trasero mediante una nueva caja de cambios secuencial, una Hewland TMT-200. Por supuesto no es posible ignorar el kit aerodinámico extremo, con un enorme difusor trasero y un alerón que es más ancho que el propio coche. En el vídeo podéis verlo en movimiento, así como más detalles.
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