Hace dos meses os informábamos de que General Motors quería cerrar unos 400 concesionarios de Cadillac en los Estados Unidos. La razón de estos cierres se basaba en las escasas ventas que registraban estos centros y la poca rentabilidad que aportaban a la marca. Sin embargo según ha informado General Motors y Cadillac menos de 20 de los 400 concesionarios a los que se les ha ofrecido dinero para que cierren sus instalaciones han estado de acuerdo con la oferta económica que les ha proporcionado la marca.
Esta situación deja a la marca de lujo de General Motors en una situación complicada ya que su red de distribución en los Estados Unidos está sobredimensionada para las ventas que tiene y por tanto hace que la rentabilidad de la marca caiga en picado. Además, muchos de estos centros no cubren los objetivos que la marca les propone y se acaban convirtiendo en un lastre para las cuentas anuales de la firma.
Actualmente Cadillac cuenta en los Estados Unidos con 925 concesionarios. Esta cifra es muy elevada, aún restando a los que han aceptado marcharse. En esta red se vendieron durante los diez primeros meses de este año unos 133.235 vehículos nuevos, lo que representa un 5,6 por ciento menos que en el mismo periodo del año pasado. Con estas cifras el ratio de ventas por concesionario es más bajo que el que logran otras firmas premium como Mercedes-Benz o BMW.
Sin embargo las cosas podrían cambiar, ya que Cadillac va a poner en marcha un nuevo programa para proporcionar incentivos económicos a su red de distribución en función de la consecución de sus objetivos de ventas. El Proyecto Pinnacle cambiará radicalmente la forma en la que los concesionarios oficiales de Cadillac obtendrán sus incentivos ya que en él cambian los principales puntos a cumplir respecto