Los drones son una de las revoluciones tecnológicas este principio de Siglo XXI. Se han popularizado de tal manera que ya se usan para una sinfín de tareas en las que años atrás se habría necesitado un costoso avión o helicóptero para ello. Desde entregar burritos hasta inspeccionar torres de refinerías, hacen de todo, Incluso se plantea su uso como radares de velocidad y quizá un servicio de taxis autónomos de la mano de Airbus. El drone es una pequeña revolución. Pero en Alemania los quieren lejos de los circuitos.
Según cuenta en WeltN24, Deutsche Telekom estaría desarrollando junto con otras compañías un sistema para defenderse de los drones. Concretamente, trabajan para poder impedir el vuelo de los drones en determinados sitios, como estadios deportivos, eventos políticos y circuitos de automovilismo.
Objetivos estratégicos
La idea de base es conseguir mejorar la seguridad en eventos públicos y en industrias estratégicas, como las centrales nucleares. En 2015, por ejemplo, hubo en Francia 17 vuelos de drones no autorizados encima o cerca de centrales nucleares, con el riesgo para la seguridad que eso conlleva.
Para Deutsche Telekom, el objetivo es también ofrecer un servicio de protección contras los drones a empresas potencialmente sensibles al espionaje vía drones, como los fabricantes de automóviles. Dronetracker es uno de los sistemas estudiados por Deutsche Telekom y utilizado con éxito en el último debate presidencial en Estados Unidos. Eso sí, cuesta 250.000 euros. Aunque para una marca de automóviles no sería una inversión importante.
Los drones en los circuitos
Oficialmente, ningún fabricante se ha pronunciado sobre el uso de drones en sus instalaciones o cerca de ellas, pero es evidente que les gustaría tenerlos alejados de sus centros de I+D, circuitos de pruebas y demás instalaciones, pero también de circuitos públicos, como el Nürbugring. Incluso, como participante en una tanda puede que no