El Toyota GT86 es un modelo que, pese a ser admirado por apostar por una configuración tradicional de deportivo ligero, no ha recibido la aceptación esperada. Aun así, son muchos los que tienen una unidad del japonés en su garaje, y otros tantos los que han capturado una de estas unidades para modificarla hasta límites insospechados. Es el caso del protagonista de estas líneas, que no ha tenido mejor idea que montar el motor de un Ferrari 458 Italia en su Toyota GT86.
No es el primero, y seguramente no será el último, que cambia el motor bóxer de 2.0 litros y 200 caballos de potencia que trae de serie el GT86 por otro totalmente diferente. Pero este caso nos ha llamado la atención profundamente. Ha tenido su debut en el SEMA Show de 2016, este evento en el que cuesta centrar la atención en un solo coche pues todos llaman nuestra mirada poderosamente. El padre de esta obra es Ryan Tuerck, piloto profesional de drift, quien está fabricando este monstruo del derrape con la ayudo de la empresa Huddy Motorsports.
Como sabéis, el motor del Ferrari 458 Italia es un V8 atmosférico de 4.5 litros de cubicaje y 570 caballos de potencia. Esta gran potencia se suma a una cifra de par nada despreciable, y es que son 540 Nm con los que empuja el deportivo. Aunque parece mentira, esta creación no tiene como objetivo participar en competiciones de drift, por lo que no han tenido reparos en instalar este gran bloque bajo el capó del modelo japonés. Este Toyota GT86 es tan personal, que hasta lleva instalados los escapes en una posición que no imaginarías, justo por delante de los neumáticos delanteros.
El Toyota Gt4586 estña expuesto en el SEMA Show que se celebra estos días. Su apellido nace de la combinación