Antes de que una marca de coches lance al mercado un nuevo modelo este ha tenido que pasar una serie de pruebas especiales. Con estas pruebas se pone al límite los diferentes parámetros que influyen en el coche como la mecánica, las suspensiones o los sistemas de climatización. Para llevarlas a cabo la marca tiene que tener varios prototipos en cada uno de los escenarios donde quiere ponerlo a punto.
Esta situación hace que llevar a cabo estas pruebas sea muy costo ya que se necesitan un número elevado de prototipos, de ingenieros y pilotos. Sin embargo las nuevas tecnologías ayudan a que en un mismo lugar se puedan recrear diferentes situaciones climatológicas y por tanto las marcas pueden probar sus coches en un mismo lugar sin tener que gastar grandes cantidades de dinero en desplazar coches y personas.
Ford es una de las marcas que lleva a sus prototipos por medio mundo para ponerlos a prueba. En situaciones de mucha altura o con mucho calor estudian cómo la falta de oxigeno afecta a sus mecánicas. Si nos vamos a zonas lluviosas pueden estudiar como de estanco es su habitáculo o como se comportan elementos como los limpiaparabrisas o la iluminación.
Para que estas pruebas les resulten más económicas a finales del próximo año Ford tendrá en funcionamiento en su centro de investigación y desarrollo de Colonia un nuevo centro para la simulación all weather. En él los ingenieros podrán simular situaciones de climas extremos como los que se dan en el Sahara o la cima del Mont Blanc. Además, también podrán comprobar de forma simultánea cómo le afectan a sus coches los cambios bruscos de clima.
Este centro de Ford cuenta con una superficie útil de 5.500 metros cuadrados. En su interior los ingenieros cuentan con dos túneles de viento y cuatro estancias para realizar