La conducción autónoma y la tecnología necesaria para hacerla realidad ya están tomando posiciones en el seno de las marcas de coches. General Motors lleva desde el año 2014 trabajando para desarrollar su propio sistema de conducción autónoma. El Super Cruise del grupo americano está siendo perfilado por sus creadores y en cuestión de un par de años podría estar en la calle de la mano de alguna primicia de Cadillac, la firma premium de la General.
Con el sistema autónomo de conducción Super Cruise el conductor podrá dejar que el coche conduzca por él. Si por cualquier razón el sistema detecta que el conductor no está pendiente de la conducción y de lo que ocurre alrededor del vehículo éste podrá detener el coche automáticamente. Esta es una de las medidas de seguridad que incorpora el sistema ya que antes de que se produzca un accidente el vehículo velará por la seguridad de los ocupantes.
Otra de las situaciones en las que Super Cruise hará participe activo de la conducción al conductor será si la carretera tiene muchas curvas. En este caso evaluará la atención del conductor y como en el caso anterior, si éste no está atento a las maniobras de conducción el vehículo decelerará hasta detener su marcha y encenderá las luces de emergencia para avisar al resto de conductores de que puede haber un problema.
En ambas situaciónes el vehículo podrá intervenir los mandos del coche hasta que la situación de normalidad se reestablezca y el conductor esté listo para retomar el viaje. Estas han sido las indicaciones que General Motors ha remitido por carta a la NHTSA estadounidense para informarles de los avances del sistema.
El primer modelo de General Motors que monte el Super Cruise será con toda probabilidad una primicia de Cadillac. La firma premium del grupo americano ya ha realizado