Sale el sol, parece que vuelve el veranito, no hace nada de aire… ¡qué bien se está en la calle! Para dar paseos el veroño (la época entre verano y otoño) es ideal, pero no tanto para los niveles de dióxido de nitrógeno que se disparan y nos dejan una bonita boina coronando el cielo de Madrid.
El 1 de enero de 2015 estrenamos el nuevo sistema de escenarios anti-contaminación en la capital, y casi dos años después aún tenemos dudas de cómo actuar cuando las alertas de partículas en suspensión se disparan. ¿Quieres saber las siete cosas que nadie parece haberse planteado en Madrid antes de establecer los protocolos? Adelante, porque a los usuarios esto es en lo que nos afecta.
Cuatro escenarios en función del NO2
Lo primero que tenemos que saber es cómo se estructuran los cuatro protocolos diferentes en función de los niveles de contaminación del aire de la capital.
Escenario 1: aunque los niveles de NO2 suban radicalmente de un día para otro y se metan en cifras del escenario 3, por ejemplo, el primer día del protocolo siempre comenzará por el primer escenario en el que la velocidad se limita a 70 km/h en la M30 y en los accesos a la capital.
Escenario 2: si los niveles no bajan quedarán totalmente prohibidos los estacionamientos en las zonas de estacionamiento regulado salvo para los residentes (con tarjeta y en sus respectivas zonas), vehículos híbridos y eléctricos, vehículos de discapacitados, motocicletas y servicios públicos.
Escenario 3: el siguiente paso será restringir la circulación de vehículos a motor en la almendra central en días alternos en función de si la numeración de la matrícula es par o impar. Una vez más quedan exentos de esta limitación el transporte público, vehículos de alta ocupación (tres o más), híbridos, eléctricos, a gas y